Salvemos a los Delfines




Es imposible no pensar que los delfines son de los animales más carismáticos en la Tierra. Desde nuestra infancia, hemos crecido viendo, en la televisión o en vivo, esos espectáculos acuáticos donde ballenas, focas, y delfines llevan a cabo increíbles coreografías. Dado a su expresión fácil por la cual siempre parece que estuvieran sonriendo, es aún más difícil creer que estos animales no son felices estando en cautiverio y llevando a cabo esos magníficos espectáculos. La realidad no podría ser más diferente a lo que percibimos.

La industria de espectáculos acuáticos surgió con el primer programa de televisión “Flipper.” Fue esta la primera vez que se atrapo a un delfín salvaje y se mantuvo en cautiverio con el propósito de entretenernos. Años después, el primer entrenador de delfines del mundo y el creador de esta franquicia, Ric O’Barry, está luchando en contra de estos espectáculos.
 
A diferencia de lo que pensamos, los delfines en cautiverio no son felices y viven bajo mucho estrés. En primer lugar, los delfines son animales sonoros, eso quiere decir que su fuente principal de percepción y comunicación es a través de sonidos. Estos animales tienen un oído muy sensible y al estar enfrente de tanta gente y tanto ruido, sufren de mucho estrés. Lo que es aún peor es que los delfines son animales que recorren largas distancias en su rutina de día a día, y el hecho que se encuentren encerrados en pequeños espacios les causa ansiedad. Como mucho de nosotros, Ric O’Barry pensaba que los delfines en cautiverio eran felices. No fue hasta el día que su amiga en el set de grabación, su delfín Cathy, murio de tristeza en sus brazos que se dio cuenta del daño que les estaban haciendo a estos animales. Desde entonces, se ha dedicado a luchar por y salvar a estos animales.

Lo más triste de todo es que la pesadilla para algunos delfines no termina tan “felizmente,” si es que se puede decir eso. En Taiji, Japón, muchos delfines son masacrados inhumanamente. Todo comienza con los pescadores locales rodeando a estos delfines y utilizando sonidos fuertes para asustarlos y hacer que naden hacia la orilla. Es ahí donde luego los rodean con redes y solo algunos con suerte, (¿o será mala suerte?), son llevados a estos acuarios y resorts donde viven una vida en cautiverio. Para el resto su destino es diferente. A los delfines que quedan no les toca más que esperar hasta la siguiente mañana, luchando desesperadamente por salvarse y escapar, a ser masacrados con lanzas. Lo peor de todo, es que ambos delfines adultos y pequeños miran como los demás son asesinados a sangre fría e intentan luchar por sus vidas sabiendo que el final de sus vidas pronto llegara. Realmente no sabría decir cuál de los dos escenarios es el peor.

El gobierno de Japón se rehúsa a cambiar la situación para estos animales. Es más, la población de este país no tiene ni idea de lo que sucede en sus costas ya que el gobierno los mantiene ciegos ante la verdad. A la vez, este gobierno a reclutado a una lista de países que apoyan la caza de ballenas y delfines. Tristemente, Nicaragua esta en esta lista.

Sin embargo, aún hay esperanza. Ric O’ Barry y mucha otra gente alrededor del mundo han unido fuerzas para luchar por los delfines. Tú puedes hacer una diferencia tan solo informándote e informando a otros sobre estos actos inhumanos. Puedes entrar a la página oficial de este movimiento social (mil disculpas ya que solo se encuentra en inglés) y aprender más sobre lo que hacen. En esta página podras encontrar no solo articulos, si no que también el documental y el libro que hicieron sobre el tema. Puedes también entrar y firmar la petición que se encuentra en la página en nombre de los delfines. ¡Solo quedan ocho días para llegar a las firmas necesitadas! ¡Así que corre y dona tu granito de arena! Take Part - The Cove

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